Respuesta.- Pues reseñaría algo que parece muy evidente pero es tremendamente trascendente, como es la puesta en contacto, a través de una red social de voluntariado informal y trabajadores sociales formales, con personas que están sufriendo un aislamiento involuntario. Hablar de soledad no deseada es terrible porque estas personas no tienen a quien recurrir, de ahí que desde el concello, conocedores de esta realidad, pusiésemos en marcha este programa. Los resultados fueron tan buenos que la iniciativa ya quedó integrada en el ayuntamiento. La primera parte del programa, que es lo que hemos ido realizando estos años, es hacer una sensibilización social en Lugo para que se conozca que estamos buscando a personas que vivan solas, que se encuentran en situación de desamparo, para que podamos contactar con ellas y proporcionarles las ayudas que necesiten. 

R.- Este programa va siguiendo un proceso. En 2022, por ejemplo, incidimos mucho en esa fase de diagnóstico de la que hablaba, es decir, en la búsqueda de esas personas para la puesta en marcha del proyecto. Pero además, continuamos el seguimiento de aquellos mayores que ya sabíamos que estaban en situación de soledad y a los que ya estábamos atendiendo. Hicimos más de 600 visitas a domicilio y más de 1.200 llamadas para conocer la situación de estas personas. En 2024, el cambio más grande es que, al tener ya un número tan elevado de mayores localizados, podremos reforzar las acciones para con ellos. Es decir, ahora podemos prestar más servicios, que van desde el acompañamiento, la compra de medicinas o alimentación, visitas para prestar atención psicológica... Esto no quiere decir que hayamos cesado la búsqueda de esos mayores que viven solos, pues sí continuamos ese procedimiento, pero añadiendo la atención integral a los que ya están localizados en este programa. La efectividad del programa va consolidándose. En realidad, es como una rueda en la que, tras el diagnóstico, debemos pasar a incrementar las acciones.

R.- Esas claves por las que me preguntas las resumiría en dos palabras: participación social. Es determinante que incluyamos a los mayores dentro de la sociedad. ¿Y eso cómo lo hacemos? Pues desde esta concejalía, por ejemplo, impulsamos numerosas actividades de animación sociocultural que abarcan desde estimulación de la memoria a pilates, yoga, charlas intergeneracionales, visitas culturales por la ciudad... Nos centramos mucho en la variedad para que todas las personas puedan escoger lo que más le gusta. La importancia de estas actividades, más allá de lo que hace cada uno, es que los mayores puedan socializar. De esa manera, al estar en contacto con otras personas, también podemos prevenir ese aislamiento. 

Tenemos en marcha un programa, ‘Destacando na ciencia’, en colaboración con la Universidad de Santiago-Campus de Lugo, en la que profesionales destacados de distintos ámbitos dan charlas sobre diferentes temas, de manera que podamos llegar a distintos perfiles de mayores.

También destacaría los programas sobre nuevas tecnologías, que nos los piden mucho y en los que los más jóvenes ayudan y enseñan a los mayores sobre este tema a través de distintos cursos como, por ejemplo, el uso de móvil. 

Por último, otro eje importante lo dedicamos a la colaboración en campañas de sensibilización para el buen trato de las personas mayores, ya sea con otras entidades o asociaciones, de manera que podamos poner fin a esa especie de fobia que existe a veces hacia los mayores.

R.- Actualmente estamos inmersos en un programa de voluntariado en el que integramos a jóvenes y mayores pero, y desde aquí aprovecho para hacer un llamamiento, nos estamos encontrando con dificultades para alcanzar esa participación de los más jóvenes. Así como en la iniciativa de nuevas tecnologías sí nos resulta más sencillo, en este programa no está siendo igual. Estamos todavía en fase de diagnóstico para tejer esas redes pero sí estamos viendo que a los jóvenes les cuesta comprometerse. Por un lado, sí observamos que de cara al fin de semana prefieren optar por otros planes de ocio y, por otro lado, es posible que exista una cierta falta de sensibilización de la necesidad que tienen estos mayores. Por eso vamos a comenzar unas campañas de concienciación en institutos y universidad, de cara a que los jóvenes se sensibilicen y participen. Queremos llegar a ellos y nos falta saber qué pasa. 

Desde aquí pido que, por favor, no apartemos la mirada de los mayores, que los cuidemos. Los jóvenes deben saber que podemos aprender mucho de los mayores y que, además, les debemos mucho. Como digo yo: es una cuestión social. Como enfermera, creo en el cuidado, y es importante que ya que ellos lo han hecho con nosotros, también nosotros lo hagamos con ellos. Estoy convencida, que por una responsabilidad de ética, les debemos devolver ese cuidado. Sin embargo, sí considero que tenemos que prestar atención a los agentes de referencia. Y en eso los medios podéis ayudar mucho. En la sociedad, claramente, tenemos unos referentes equivocados desde el momento en que mueve más un tenista de primer nivel o un cantante a una persona mayor que está sentada sola en un banco, desamparada. No hay que desprestigiar a nadie, pero en esta sociedad, como lo decía el otro día en un aula a los niños, todos somos importantes. 

R.- Así es. Es fundamental. Desde el concello creemos y apostamos por ello, por el trabajo mano a mano con todas las entidades, para que todos podamos aportar para poder mejorar.

R.- En este sentido, hemos consolidado dos pilares básicos: el de Xantar no Fogar, que es exclusivo del Concello de Lugo, y que hemos reforzado su presupuesto en más de 140%; y, por otro lado, esto se complementa con el Servizo de Axuda no Fogar, que debo trasladar que es una competencia de la comunidad autónoma, pues los concellos solo tenemos la gestión. Igualmente, desde este ayuntamiento hemos incrementado en dos millones de euros la cuantía para desarrollar este servicio, sin que la comunidad autónoma incremente  el precio por hora que paga. Es decir, asumimos más desde el concello cuando, en realidad, no tenemos nosotros esta competencia. En los ayuntamientos tenemos unos presupuestos limitados y estos esfuerzos implican que, en este caso, por ejemplo, esos dos millones dejen de invertirse en otras cuestiones. Y eso es terrible y, además, inasumible para nosotros. No se puede rebajar la aportación para dependencia y debo denunciarlo.